En una sesión extraordinaria desarrollada en una sede alterna al Congreso del Estado de Sinaloa los diputados de la 64 Legislatura aprobaron por mayoría una serie de reformas, adiciones y derogaciones a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, marcando un precedente en la historia de esta institución educativa y dando paso a la democratización en la elección de sus autoridades.
Las modificaciones aprobadas son el resultado de un largo proceso participativo que incluyó 36 iniciativas presentadas ante el Congreso por ciudadanos y diputados, siendo la mayoría de estas propuestas provenientes de miembros de la comunidad universitaria, por lo que las reformas se aprobaron en cumplimiento con el artículo Quinto Transitorio del Decreto de expedición de la Ley General de Educación Superior.
Como parte del proceso legislativo para llegar al decreto de la nueva Ley Orgánica de la UAS, se realizó una consulta previa, libre e informada a la comunidad universitaria y a los órganos de gobierno competentes de la universidad, garantizando así la participación activa de todos los sectores involucrados.
Esta nueva ley orgánica contempla cinco ejes principales, que tienen que ver con la paridad de género en los cargos administrativos y directivos, la paridad universitaria, lo que significa que el Consejo Universitario debe estar integrado por la misma cantidad de alumnos y docentes; un lenguaje incluyente, la gratuidad de la educación superior, y la más importante, que es la elección democrática de autoridades universitarias.
Entre las reformas más significativas se encuentran la obligatoriedad de observar el principio de Paridad de Género en la elección y renovación del Consejo Universitario, los Consejos Técnicos y los cargos unipersonales, esto incluye la entrega de nombramientos definitivos del personal académico y que el titular de la Secretaría General sea de sexo distinto al del titular de la Rectoría.
Una mayor representación estudiantil en el Honorable Consejo Universitario, incorporando a dos representantes de la comunidad estudiantil por cada Unidad Académica, buscando un equilibrio entre alumnado y planta docente.
La eliminación de elementos discriminatorios hacia las mujeres en la estructura de la Ley Orgánica, sustituyéndolos por sustantivos colectivos y lenguaje incluyente, la implementación gradual de la gratuidad en la educación superior, en consonancia con el mandato constitucional y conforme a la suficiencia presupuestaria.
Un nuevo proceso de elección para el titular de la Rectoría y las Direcciones de Unidad Académica, que se realizará mediante voto libre, secreto y directo. Este proceso será organizado por una Comisión de Elecciones y Consultas nombrada por el Consejo Universitario, eliminando la anterior Comisión Permanente de Postulación.
Con estas consideraciones, el dictamen fue aprobado por mayoría en lo general, sin embargo, en lo particular, el diputado del Grupo Parlamentario de morena, José Manuel Luque, presentó una serie de reservas, entre ellas, la eliminación de la propuesta relativa al tribunal universitario y la defensoría universitaria que se incluían en el dictamen original.
Además, propuso que el periodo de rectorado sea de cuatro años, con la posibilidad de una sola reelección por un periodo igual.
Estas reformas representan un paso significativo hacia una universidad más equitativa, democrática y adaptada a las exigencias actuales de la educación superior, por lo que estos cambios fortalecerán la gobernanza de la UAS y mejoren su capacidad para servir a la comunidad estudiantil y a la sociedad sinaloense en general.
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