Cuando muere una lengua
las cosas divinas,
estrellas, sol y luna;
las cosas humanas
pensar y sentir
no se reflejan ya
en ese espejo.
Miguel León Portilla
El Congreso del Estado de Sinaloa se distingue con la presencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Nos distinguen al seleccionar nuestro recinto parlamentario para conmemorar, aquí en Sinaloa, el ochenta aniversario del INAH.
Tendremos la oportunidad de escuchar las reflexiones del Director General de esta institución, antropólogo Diego Prieto Hernández, que habrá de compartirnos su conferencia, INAH: 80 años al encuentro de nuestra memoria viva. Tendremos, por lo tanto, la oportunidad de acercarnos a la herencia de nuestros pueblos originarios, su legado, su presencia, su convocatoria. El INAH nos distingue por la Colección Loma de Tecomate Chametla que hoy aquí tenemos. Los tiempos idos nunca se han ido, son presencia, memoria viva.
Firmamos hace unos momentos un Convenio, el INAH y el Congreso, que, segura estoy, generará mejores condiciones políticas y legales para elevar las actividades de investigación que realiza este instituto en nuestro estado. Una gran historia nos espera en la tierra sinaloense, ir a su encuentro es reto y tarea que deben contar con políticas de Estado y disposiciones legales que los hagan posible con la propiedad que el caso demanda.
De nuestra parte, en el ámbito local, nos comprometemos a contribuir con lo que nos corresponde, y estamos seguros que el Instituto asumirá sus tareas. Aprovecho aquí para expresar nuestro reconocimiento al personal del INAH Sinaloa cuyas investigaciones y producción académica son ya patrimonio cultural de los sinaloenses y de México y, en cierta medida, simbolizan la memoria viva de tiempos prehispánicos.
La arqueología tiene mucha historia y riqueza cultural por recuperar para bien de México; nuestros ancestros hablan por su cerámica, sus ollas funerarias y sus osarios, por sus curacames; la historia habla por sus templos jesuitas en el norte del estado o por los archivos que nos reportan miles de reses en tropel para ser comercializadas a cientos de leguas del palmito el verde en el sur de Sinaloa.
La historia habla de las viejas raíces de las Fiestas de Las Cabras en Escuinapa. Ahora lo sabemos por el INAH. Aquí, en las tierras que habitaron los totorames, los pueblos cahítas, entre otros, decenas de sitios esperan la presencia del INAH.
De los pueblos originarios, algunos se extinguieron o los exterminaron, pero no se han ido, Sinaloa, tiene la fortuna de ser rico por su diversidad de razas y distintas etnias, los mayos-yoremes y los taramaris en el norte; al sur nos distinguen los tepehuanes. Y en Escuinapa y el centro del Estado se enriquecen por miles de indígenas migrantes que se asentaron en nuestro estado convirtiendo estas tierras en su lugar de vida por siempre.La humanidad entre más diversa más humana. Cuánto pensar y sentir palpita en estos pueblos, en sus lenguas; cuánta filosofía se vive en los quehaceres de los pueblos indios.
Permítanme compartirles referencias que por la forma son personales pero por su contenido tienen un carácter social; decirles que la arqueología y sus descubrimientos no me son ajenos. Soy de Chametla.
Me emociona ver la Colección de Loma de Tecomate. De niña supe de pedazos de cerámica que en realidad son pedazos de historia. La arqueología nos ha ayudado a juntarlos y a entenderlos, quizás no del todo, pero sí sentirlos plenamente como nuestros: los totorames, en Chametla, son nuestros.
Los niños y niñas de mi pueblo jugábamos con monitos que nos encontrábamos a flor de tierra; interactuábamos con la historia. Supimos de las urnas funerarias y los osarios que nos sugerían que algo significativo había debajo de nuestras pisadas, los totorames nos hablaban desde el subsuelo.
Los niños y las niñas de mi pueblo aprendimos a valorar la historia totorame y generamos un sentido de pertenencia. Bella casualidad mi presencia en el Congreso y ver aquí, vivir aquí, la Colección Loma de Tecomate Chametla. Chametla tiene gran riqueza arqueológica nos dicen en el INAH, y en mi pueblo lo sabemos. Eso creemos. Y el imaginario del pueblo es grande, y convoca.
Señor Director General del INAH, el gobierno y el INAH mismo, tienen una deuda con Chametla y los totorames: construir un espacio que albergue la riqueza arqueológica que hoy aquí se expone y mucha más; es necesario construir un museo en el sitio de origen de esta exposición. Chametla es hasta ahora el principal sitio arqueológico de estos rumbos.
La colección Loma de Tecomate Chametla debe estar en su lugar de origen, debe estar en Chametla. Hago votos porque se cubra esta deuda con mi pueblo y con la historia, con Sinaloa mismo. Y sea la región del viejo chiametlán –la entrada del mestizaje a Sinaloa, una convocatoria para que los sinaloenses y los mexicanos todos conozcan la historia de nuestra humanidad. Sumemos esfuerzos para cumplirle a la historia.
Este encuentro, este convenio, es una forma de rendirle homenaje a nuestro Miguel León Portilla, a quien le debemos en buena medida conocer la filosofía de los antiguos pueblos expresada a través de la poesía y sus narraciones; por sus obras, León Portilla, es memoria viva.
La humanidad entre más diversa más humana. La diversidad de lenguas significa la diversidad de cosmovisiones, la diversidad de filosofías. Este Congreso, el INAH y los gobiernos, respetando la autonomía de los pueblos originarios, no debemos ser indiferentes en la lucha por la preservación de las lenguas.
Miguel León Portilla denuncia y convoca en su poesía:
Cuando muere una lengua,
ya muchas han muerto
y muchas pueden morir.
Espejos para siempre
quebrados,
sombra de voces
para siempre acalladas:
la humanidad se empobrece.
La humanidad entre más diversa más humana.
Todas las lenguas todas las voces.
Culiacán, Sinaloa, a 25 de febrero de 2019.
DIP. GRACIELA DOMÍNGUEZ NAVA
PRESIDENTA DE JUCOPO DE H. CONGRESO DEL EDO. DE SINALOA
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