Con el objetivo de terminar con el estigma de violencia que azota a los habitantes de la zona donde confluyen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango, el diputado morenista Feliciano Castro Meléndrez, presentó este martes un Manifiesto por la Bondad, en el que se propone un impulso por parte de las Legislaturas de estos tres estados para impulsar políticas públicas de manera inaplazable que abonen a dignificar la vida de los hombres y las mujeres del campo que trabajan la tierra y son custodio de los maíces nativos y de los altos bosques de la sierra que proveen oxígeno para todos.
El coordinador del Grupo Parlamentario de morena, destacó que el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador haya reivindicado llamar a esta zona el Triángulo de la Bondad, dejando atrás el nombre de Triángulo Dorado que hace apología a la violencia y las conductas antisociales que laceran y estigmatizan a los pobladores de esta región.
“Pido la paz y la palabra para reivindicar la bondad, la bondad y la cultura milenaria del amor humano y la solidaridad, la cultura de los campesinos y los pueblos originarios, pueblos que saben a maíz, frijol y calabazas; un pueblo así, una cultura así, una manera de hacer la vida, de ver el mundo así, no puede, no debe ser estigmatizado por la violencia. La gente de los pueblos de la sierra es gente buena, son pueblos amantes del trabajo, amantes de la madre tierra, gente que cultiva esperanza en las laderas de cerros y en las vegas de arroyos y ríos, gente de trabajo, gente buena portadora de bondad, gente que cultiva la esperanza”, evocó el legislador morenista.
Aseguró que las campesinas, y los campesinos, del triángulo de la bondad, aportan cultura a la urbanización de México, la cultura de la solidaridad, el amor humano; aportan la riqueza genética de nuestros maíces nativos, son garantes de la soberanía alimentaria, custodios de la diversidad genética de los maíces nativos, y por ende de la naturaleza misma, como igual son custodios de la riqueza forestal, que no sólo es madera, producen oxígeno para la vida en la tierra.
“Ante la creación de espacios artificiales de protección de la genética como es el caso de la Bóveda del fin del mundo, instalada en 2008 en Noruega, supuestamente para conservar los granos al guardarse ahí 300 mil tipos distintos de semillas, destaco la gran diferencia y el valor humano de la labor de custodios de la genética de los campesinos, mujeres y hombres, en un contexto natural, lo cual requiere del reconocimiento de la sociedad y del Estado mediante la implementación de políticas públicas que dignifiquen la vida en las regiones rurales y propicien el bienestar social de la gente buena”, reflexionó Feliciano Castro Meléndrez.
Consideró que la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo y la Ley de Fomento y Protección de Maíz Nativo del Estado de Sinaloa aprobadas en la LXIII Legislatura, deben ser el referente para orientar recursos fiscales para los productores rurales de maíces nativos.
“Los habitantes del otrora triángulo dorado, estigma que debe quedar registrado en los anales de la historia, lo viven por derecho propio, por su trabajo y su legado cultural; hoy, por su voz , la voz campesina, y por nuestras voces, se declaran el triángulo de la bondad, y justo su legado cultural a la humanidad es ese, la bondad, el abrazo a los otros, el amor al prójimo, los otros que nos dan plena existencia”, evocó el morenista.
Añadió que existe una deuda histórica del Estado con la gente buena del campo, por lo que corresponderles con políticas públicas es inaplazable.
“Quienes firmemos este Manifiesto, el Manifiesto por la Bondad, asumimos el compromiso de promover, desde nuestras legislaturas, políticas públicas de fomento y protección de los maíces nativos y otras semillas de nuestra diversidad genética, así como respaldar la producción de oxígeno desde los bosques de los altos de México, labor humana imprescindible en la situación de contaminación de la tierra, políticas que dignifiquen la vida humana en los altos de la sierra y preserven la naturaleza, y con ello se propicie el bienestar social”, expresó Feliciano Castro.
“Manifestamos nuestro reconocimiento a los campesinos, mujeres y hombres, portadores de bondad y esperanza, como igual nos motiva el acierto amoroso del Presidente de la República, al cual nos sumamos, para llamarle el triángulo de la bondad a la confluencia de las tres entidades hermanadas por este bello triángulo de la cordillera occidental de México”, consideró el legislador.
“Nunca más triángulo dorado. Es cuestión de voluntad política. Por derecho propio la gente ya lo vive: cultiva bondad y solidaridad, es su cultura. Otro nombre. Otro concepto. Otra cultura. El triángulo de la bondad, lugar de gente buena y trabajadora. No más estigmas que disminuyen a nuestros campesinos, y con ello a la humanidad misma. Por derecho propio de la gente buena de la sierra, y por el reconocimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador. Otro mundo es posible, otra política palpita en la gente buena, el amor humano, la otra humanidad”, concluyó el Coordinador morenista.
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