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Recibe Juliana Zepeda Pérez Premio a la Mujer Rural Sinaloense

En sesión solemne, este miércoles el Congreso del Estado entregó por primera vez el Premio a la Mujer Rural Sinaloense, reconociendo a Juliana Zepeda Pérez, oriunda de la región del Valle de Leyva Solano, en el municipio de Mocorito; quién tiene más de 50 años dedicándose a la alfarería y el arte del tejido de palma, y además imparte talleres de alfarería a niños de su comunidad, con el objetivo de preservar este arte a las siguientes generaciones.


En el evento participó el secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez en representación del Gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya, así como el Magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa, Jesús Iván Chávez Rangel.


Conmovida hasta las lágrimas tras recibir el reconocimiento, Juliana Zepeda Pérez hizo uso de la voz, arropada por los aplausos de su familia, las autoridades, las y los diputados y el público presente.


“Quiero agradecerles a todas las personas que hicieron posible que yo esté aquí, especialmente al Congreso de Sinaloa por haberme elegido a mí para recibir este reconocimiento. También al Cobaes 19 de Mocorito, por haberme propuesto para este premio. Gracias a toda la gente que ha ido a mi casa, a los que van a aprender pero sobre todo a los que me han enseñado muchas cosas desde que yo era niña”, expresó la galardonada.


“Quiero aprovechar para pedir apoyo para todos los artesanos que hacen su lucha para que las cosas que hacemos con mucho cariño y dedicación, y que nos representan con mucho orgullo, no se acabe nunca y sigan luchando por su familia”, añadió


Contó que su padre se llamaba Manuel Zepeda y era de Lo de Gabriel, mientras que su madre se llamaba Eustolia Pérez y era de Cofradía se Soto. Junto a sus padres y 2 hermanos, vivió en Lo de Gabriel, dónde falleció su padre cuando ella tenía 6 años de edad, y debido a un segundo matrimonio de su madre llegó a vivir al Valle de Leyva en Mocorito a los 9 años de edad.


“Ahí me di cuenta que en todas las casas trabajaban el barro, a mí me llamó la atención y me gustaba mucho. Fue mi abuela Juliana la que me enseñó a moldear desde niña, me casé y la madre de mi esposo también trabajaba el barro y pues mi esposo yo seguimos con esa tradición, estuvimos 50 años juntos, tuvimos nueve hijos, hasta que el falleció y yo quedé sola, y ahora son mis hijos los que me han ayudado para seguir adelante, son unos hijos muy buenos, y yo con mucho gusto sigo haciendo mi trabajo”, relató


“El barro me relaja, me gusta, y pienso que ojalá todo el tiempo esté yo buena para seguir luchando; va mucha gente a mi casa y todos son bien recibidos, a todos los invito a mi casa, a todos ustedes los invito. Me siento muy feliz, muy contenta, no cabe en mi tanta alegría; ojalá dure muchos años quiero seguir trabajando hasta el final. Hay muchas cosas que tengo dentro pero que no me salen, muchas gracias a todos”, expresó Juliana Zepeda Pérez.


El diputado Feliciano Castro Meléndrez, coordinador del Grupo Parlamentario de morena, reconoció en el inicio de su mensaje la iniciativa de la Sexagésima Tercera Legislatura, responsable de la institucionalización de este importante reconocimiento.


“Este premio a la Mujer Rural Sinaloense es un mérito de la Legislatura 63, por ello expreso mi reconocimiento a toda la Legislatura al mencionar a Cecilia Moreno, Yeraldine Bonilla, Flor Emilia Guerra y Graciela Domínguez; diputadas de la anterior Legislatura que nos acompañan en esta Sesión Solemne”, reconoció el Presidente de la Junta de Coordinación Política


Feliciano Castro consideró que Juliana Zepeda Pérez condensa a la mujer rural sinaloense. Pues considera que aunque Sinaloa es una sociedad urbanizada, sus raíces están en el medio rural, por ello era común observar a las mujeres campesinas bajar a los arroyos para llevar agua a sus casas, y muchas de ellas se dedicaban a hacer ollas y cántaros de barro.


“A Juliana Zepeda Pérez podemos retratarla en las palabras de Miguel Hernández, un poeta de origen campesino que supo de la tierra, por ello me permito citarlo: Me llamo barro aunque Juliana me llame, barro es mi profesión y es mi destino. Felicidades señora Juliana Zepeda Pérez”, expresó Feliciano Casto.


Reflexionó expresando que este reconocimiento sintetiza a la mujer rural, que empieza sus actividades despuntando las madrugadas, que hace lonche, desayuno, que muele el nixtamal.


“Estas mujeres son portadoras de la cultura de la bondad, en una casa rural a nadie se le niega un vaso de agua. Esta es la gran riqueza de nuestro estado, y que hoy puebla nuestras ciudades, la cultura de la bondad. Por ello subrayo que todos los que estamos en el ejercicio activo de la política, debemos de poner en el centro esta herencia cultural que no es más que el soporte de una nueva dimensión de la política: el humanismo solidario, a esto nos convocan las reflexiones de Doña Juliana el día de hoy”, dijo Feliciano Castro.


Para concluir, reconoció a todas las mujeres que postuladas a este premio, asegurando que el reconocimiento que el Poder Legislativo realiza a Doña Juliana Zepeda Pérez, de alguna manera condensa y reconoce también a todas las mujeres rurales sinaloenses que son partícipes y protagonistas de nuestra cultura y nuestra historia.


“Asumimos el compromiso de promover un encuentro de artesanas y artesanos en el Congreso del Estado, para darle la dimensión que se merece porque ahí está nuestra historia y ahí se condensa nuestra cultura, vamos a promover ese encuentro”, finalizó Feliciano Castro.


La condecorada pasó a recibir el reconocimiento otorgado por el congreso del Estado que consiste en un diploma alusivo, una medalla que lucen una de sus caras el escudo de Sinaloa y en la otro el escudo del Congreso del Estado, así como un estímulo por 25 mil pesos.




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